25 AÑOS DE VIDA SACERDOTAL
Nacido en el distrito de San José, departamento de Lambayeque-Perú, el 7 de abril de 1964. Sus padres, Guillermo Jacinto (+19-VIII-2011) y María Isabel Fiestas, tuvieron siete hijos: Blanca Esther, María Elena, Guillermo, Jorge, María Isabel, Oscar Martín y él, que fue el quinto. También tuvo un primo-hermano, llamado como él –José Antonio- que vivió con ellos como un hermano más.
Realizó sus estudios primarios en el Colegio 10222, “Elvira García y García”, desde 1971 a 1975. Hizo su primer comunión y recibió el sacramento de la Confirmación cuando tenía 9 años, en 1973, durante una misión que realizaban los redentoristas..
Estudio Educación Secundaria desde 1976 a 1980 en el Colegio Nacional Mixto San Pedro, donde tuvo excelente profesores, ocupando el primer puesto en todos los años de estudios. Ya adolescente perteneció a un Club social fundado y dirigido por el extinto Alcalde Isaac Fiestas Millones.
En el año 1981, ingresó a la carrera de Ingeniería Mecánica Eléctrica en la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. Siempre consideró que la Virgen María, bajo la advocación de la Virgen de Fátima, le había escuchado su promesa: que le ayude en sus estudios superiores y que cuando sea un profesional él iba a repartir la mitad de su sueldo entre los pobres. Así hizo los cuatro primeros ciclos, residiendo en Lambayeque y llegando los fines de semana a San José. Al pasar al quinto ciclo, en el verano de 1983, decidió ayudar en la catequesis de Primera Comunión de su pueblo.
Es en estas circunstancias, cuando el 7 de agosto de 1983 recibió la primera llamada de su vocación sacerdotal en un retiro de catequistas organizado por la Comisión Diocesana de Catequesis y dirigida por el Seminario. Allí conoció al Seminarista José Manuel Zamora Romero, hoy día rector de este Centro de Formación Sacerdotal.
Cuenta el P. José Antonio: “El retiro fue una experiencia divina, sobrenatural. Ingresamos el viernes 5 de agosto. El Señor fue tocando mi corazón al hablarme de hacer una revisión de mi vida para que me perdone de todos mis pecados. El sábado continuó con esta reflexión hasta que por la tarde hizo una confesión especial. Ya por la noche sentí esa paz y gozo de Dios durante la misa. Al día siguiente, domingo, terminó el retiro dando la meditación el rector del Seminario, P. Ramón Roca Sallas (Que en gloria esté), y hablo de la vocación sacerdotal. Fue allí donde tuve la primera moción del llamado, de la vocación. Al terminar el retiro, le conté al seminarista José Manuel lo que estaba sintiendo, y me dijo que viviera lo que había aprendido –las normas de piedad- y que si seguía con ese pensamiento me acerque al Grupo de Seminario, que funcionaba los días viernes por la tarde, para conversar con el Rector. Y así fue. Llegó el viernes 12 de agosto de 1983, cuando conocí por primera vez el Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo. Conversé como una hora y media con el, P. Ramón, contándole toda mi vida y al final me dijo: “Son síntomas de vocación, depende de ti”. Es allí cuando decidí entregar toda mi vida al Señor, le dije que sí, que decía entrar al Seminario y que me dijera que es lo que tenía que hacer. Eran cerca de las 7.30 p.m., ya estaba oscureciendo, pero para mí comenzó una nueva etapa de mi vida, lleno de luz y alegría”.
Es así como ingresó en el año 1984, cursando el trienio filosófico y el cuadrienio teológico. El rector le pidió que enseñara Matemática a sus condiscípulos, ya que se suponía que él sabía esta materia, por sus estudios de Ingeniería. Y así fue como comenzó a ejercer una actividad docente, que ha ejercido hasta ahora.
“La experiencia de mi formación sacerdotal me ha marcado toda mi vida, especialmente que sea sincero siempre, con humildad y sencillez, sin complicarme la vida. Considero que esto es clave para la perseverancia, pues de esta forma el Señor nos puede ir guiando ya sea en la dirección espiritual y en la confesión semanal. Además, la oración de mi familia y de tanta gente que reza por las fidelidad y santificación de las vocaciones sacerdotales, ayudan eficazmente en hacer la voluntad divina”.
Recibió los primeros ministerios en 1998, el orden del diaconado en 1989 y la ordenación sacerdotal en 1990. Todos estos acontecimiento fueron un 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, y de manos de Mons. Ignacio María Orbegozo y Goycoechea (+2004).
Su primer nombramiento le llevó a vivir durante dos años a la provincia de Santa Cruz (departamento de Cajamarca) como vicario parroquial (1991-1992) en la parroquia “La Inmaculada” de su diócesis de Chiclayo.
Luego fue nombrado primer párroco de la reciente creada parroquia “Sagrado Corazón de Jesús” en el distrito de José Leonardo Ortiz, aledaño a la ciudad de Chiclayo (1993); en este tiempo también fue capellán en el Grupo Aéreo N° 6 (1993-1994).
Fue trasladado en setiembre de 1995 para ser el administrador parroquial en la parroquia “San Juan María Vianney”, donde trabajó durante un año.
Monseñor Ignacio lo envió en setiembre de 1996 a hacer un doctorado en Teología (Histórica) en la Universidad de Navarra – España. Es por eso, que residió en la Madre Patria durante 3 años, regresando al Perú en el mes de setiembre de 1999.
Su nuevo obispo, Monseñor Jesús Moliné Labarta, le pidió que apoyara por cuatro meses en la parroquia “Santa Lucía” de Ferreñafe, que se dedicase a trabajar en la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, que había comenzado a funcionar precisamente en ese año de 1999, y que comenzara a hacer una Maestría en la Universidad. Además, le dijo que en el año 2000 retomaría su docencia en el Seminario, con los cursos del área Historia de la Iglesia.
A inicios del año 2000 fue nombrado párroco de la recién creada parroquia “Nuestra Señora de Guadalupe” en Chiclayo, donde viene trabajando hasta el presente año de 2015.
La vocación sacerdotal del P. José Antonio siempre ha ido unida a la vocación docente, como se ha dicho anteriormente: ya desde el año que ingresó al Seminario, en 1984, habiendo estudiado la mitad de carrera de Ingeniería, su rector le pidió que impartiera la asignatura de Matemáticas a sus condiscípulos, y luego a todos los seminaristas durante sus siete años de formación sacerdotal, aunque después le pidieron que también diera Contabilidad Básica. Ya en Santa Cruz continuó en la docencia trabajando en el Instituto Superior Pedagógico “Santa Cruz” con cursos de Educación Religiosa a los futuros docentes. Cuando comenzó a trabajar en su segunda parroquia, localizada cerca del Seminario, fue solicitado para enseñar en su alma mater Latín Básico, Historia de la Filosofía e Historia de la Iglesia. Después de regresar de Pamplona (España) como doctor en Teología, su obispo Mons. Jesús Moliné Labarta le pidió que compartiera su trabajo sacerdotal en la parroquia y en la reciente creada Universidad Católica “San Toribio de Mogrovejo” - USAT (setiembre de 1999), hasta ahora. Por cierto, al mismo tiempo continuó siendo profesor en el Seminario Santo Toribio con asignaturas del Área de Historia de la Iglesia. También en el año 2000 trabajó como capellán en el Colegio Privado Santo Toribio de Mogrovejo.
En la USAT, aparte de ser profesor, ha sido capellán universitario, director del Departamento de Filosofía y Teología y Decano de la Facultad de Teología. Actualmente es Capellán de la Facultad de Derecho. Precisamente, por su trabajo universitario, tuvo que hacer una Maestría en Educación, Mención en Teoría y Práctica en la Universidad de Piura (1999 – 2004). También ha sido director de la Revista diocesana “Vida en Familia” (2005-201). En el año 2009, hizo una estancia de tres meses en la parroquia “Saint Katherine Labouré” en Harrisburg – Pensilvania, para perfeccionar sus estudios del idioma Inglés.
Teniendo 51 años, y habiendo llegado a cumplir sus Bodas de Plata Sacerdotales, el P. José Antonio sigue diciéndonos con el salmista: “Gusten y vean, qué bueno es el Señor! ¡Dichoso el que se acoge a Él!. Y pide oraciones a todos para que siga cumpliendo sus propósito –a pesar de sus limitaciones, a pesar de los pesares, como él dice- de ser un sacerdote que sirva a la Iglesia como la Iglesia quiere ser servida, especialmente que sea un sacerdote confesor, asiduo al confesonario, en este Año de la Misericordia que ha inaugurado hoy día, 8 de diciembre de 2015, el Papa Francisco aperturando la Puerta Santa en Roma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario